La ciudad dorada, así conocida por el color de sus característicos edificios, es un atractivo destino que cautiva al visitante con todas las historias y leyendas que se enredan en cada muro de la ciudad. Visitarla es un viaje al pasado a través de sus imponentes edificios que transforman cada callejuela en un mágico escenario de cuento.

El centro histórico salmantino alberga algunos de los más célebres edificios de la arquitectura española, y es que esta ciudad, en pleno corazón de Castilla y León, es en sí un museo al aire libre que hace las delicias de los amantes del arte y la arquitectura, pero no solo ellos caen rendidos a Salamanca, cualquier visitante se quedará sin aliento al contemplar la belleza de sus inconfundibles fachadas.

Los imprescindibles en tu visita a Salamanca

Una de las principales ventajas del casco histórico de Salamanca es que lo puedes recorrer a pie, sin prisa, admirando cada punto de interés con el detenimiento que se merece:

La Plaza Mayor: Construida entre 1729 y 1756, esta plaza de estilo barroco es todo un símbolo de la ciudad. Icónicos son también los medallones entre los arcos de los soportales, que recuerdan a los personajes célebres de la ciudad.

La Casa de las Conchas: Este palacio del siglo XV recibe su nombre de las 300 conchas que adornan su fachada. Cuenta la leyenda que bajo una de ellas se esconden las joyas de los antiguos dueños. No te quedes solo con su fachada, entra y descubre su bonito interior.

La Universidad: Fundada en 1218 por Alfonso IX, es la más antigua del mundo. Presta atención a las impresionantes figuras talladas en piedra que adornan la fachada, si encuentras la rana sobre la calavera, seguro que apruebas tus examen. Una vez más, las fachadas salmantinas cuentan su propia historia.

Las Catedrales de Salamanca: La Catedral Nueva se construyó con el propósito de sustituir a la vieja que, finalmente, se mantuvo en pie. Hoy en día, puedes acceder a la Catedral Vieja a través de la Catedral Nueva. Admira la belleza de estas dos construcciones en la ciudad de las dos catedrales.

Estos son solo algunos ejemplos de todas las maravillas que se esconden en el centro de Salamanca, pero no las únicas:el Palacio de Monterrey, las Torres de Clerecía, el Convento de San Esteban, el Huerto de Calixto y Melibea, La Casa Lis o el Palacio de la Salina y San Boal te esperan para que descubras en ellos el gran atractivo del turismo en Salamanca.

Todos y cada uno de ellos guardan un trocito de la historia de la ciudad y son una ventana abierta a la identidad de Salamanca.

Hotel Rector, tu privilegiado refugio en Salamanca

Con una localización estratégica en el mismísimo centro histórico de la ciudad, el Hotel Rector ofrece a sus huéspedes una experiencia inmersiva que va más allá de visitar los cercanos puntos de interés, se trata de descubrir la magia que habita en este lugar, en sus calles, en cada esquina. Disfruta de nuestras confortables y elegantes habitaciones y descubre la Salamanca más auténtica en este especial alojamiento.